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Cómo explicar de dónde vienen los bebés a un niño de 9 años
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Salt-N-Pepa aprobaría esta lista. Pero aunque su canción se te haya quedado grabada en la cabeza (sabes que ahora estás cantando “¡Hablemos de sexo!”), hablar de sexo no es nada fácil. Es abrumador tener “la charla” con tus hijos, por lo que los expertos sugieren mantener una conversación continua sobre los temas del sexo, el consentimiento y la reproducción a medida que crecen, en lugar de tenerla de golpe.
La buena noticia es que puedes decir adiós a la temida conversación sobre “los pájaros y las abejas”. La mala noticia es que esto significa que necesitas una forma adecuada a la edad para hablar de sexo con tus hijos desde el primer día.
La vulva es el órgano genital femenino externo. Probablemente te hayan enseñado la palabra vagina como un cajón de sastre para la anatomía femenina, pero la vagina no es más que el “conducto que va del útero a la vulva” en las hembras de los mamíferos.
Si te preocupa tropezar con tus palabras cuando desgloses las diferencias entre ambas, o soltar una risita nerviosa, puede ser mejor que practiques la palabra para ti mismo con antelación.
Cómo explicar a un niño de 10 años cómo se hacen los bebés
Este artículo ha sido redactado por Kylee Money. Kylee Money es consultora de crianza y fundadora y directora general de Parenting Made Joyful. Desde 2001, Kylee ha trabajado con más de 1.000 padres y familias en el entrenamiento del sueño, la gestión del comportamiento, el entrenamiento para ir al baño, y más. Es escritora colaboradora y miembro asesor de la junta de Pampers.com, experta en padres de CBS News y ha aparecido en Fox and Friends y Buy Buy Baby. Kylee también habla a nivel nacional en exposiciones de padres sobre el tema del entrenamiento del sueño.
Muchos padres temen tener “la charla sobre sexo” con sus hijos. Sin embargo, estas conversaciones pueden ser una gran oportunidad para desarrollar una relación profunda y de confianza. Empiece por hablar del sexo y del cuerpo a una edad temprana. Sé lo más claro posible y utiliza términos biológicamente precisos para las partes del cuerpo y las prácticas sexuales. Haz hincapié en la necesidad de mantener relaciones sexuales seguras con tu hijo y dale las herramientas necesarias para decir “no” en caso de presión sexual por parte de sus compañeros.
Olvídate de los quebraderos de cabeza que supone buscar un terapeuta que acepte tu seguro, ir y volver de las citas y pagar de tu bolsillo las sesiones individuales. Puedes centrarte en lo que más importa: obtener la ayuda que te mereces.
Tráfico de niños en EE.UU.
Intenta trabajar con estos principios: Empezar pronto y seguir hablando Los niños aprenden sobre las relaciones, el sexo y la sexualidad desde que nacen. Los niños muy pequeños reciben mensajes de los adultos sobre su cuerpo. Esto incluye aprender qué palabras utilizar para describir las partes y funciones de su cuerpo, y conceptos importantes sobre las partes del cuerpo públicas y privadas y los comportamientos.
Es normal que los niños pequeños se muestren abiertos y curiosos sobre su propio cuerpo y el de los demás. Intenta utilizar una terminología correcta para las partes privadas del cuerpo. Esto ayuda a reducir la ansiedad y la vergüenza, a la vez que permite a los niños hacer preguntas sobre su cuerpo de forma más eficaz e informar a un adulto de confianza si algo no está bien.
A medida que su hijo crezca, continúe con estas conversaciones cuando surjan oportunidades, y antes de que se conviertan en críticas. Es mejor ser proactivo que reactivo. Como empezar a hablar: Si los jóvenes reciben información adecuada a su edad desde el principio, significa menos ansiedad para ellos (y para usted) más adelante. Si no has comenzado estas conversaciones tan pronto como hubieras querido, no te asustes: encuentra una oportunidad.
Explicar el esperma a un niño
Cuerpo del artículoNuestros hijos viven en una sociedad muy sexualizada en la que están expuestos a un lenguaje, unas imágenes y unos comportamientos sexuales antes de estar preparados para manejarlos. Los niños no “pidieron” hormonas a los 12 años, pero están atrapados aprendiendo a manejar sus cuerpos e impulsos cambiantes en una sociedad que les muestra “sí” pero les dice “ahora no”.
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