Falta de higiene personal psicología

Higiene de la depresión
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Las personas que viven con depresión o trastorno bipolar pueden compartir patrones de comportamiento similares y evitar hacer ciertas tareas cotidianas, incluso las que les convienen. Hay días en los que simplemente no tienes energía para ducharte y otros días en los que los platos se acumulan. Y hay semanas en las que apenas tienes fuerzas para salir de casa.
Estos hábitos normales y cotidianos pueden parecer imposibles a veces para quienes sufren depresión. A continuación se presentan algunas actividades comunes que las personas que experimentan una depresión o un episodio depresivo pueden tener problemas para manejar, además de algunas sugerencias sobre cómo volver a avanzar.
La higiene personal es fundamental para mantener una salud óptima. Sin embargo, si está teniendo un episodio depresivo y se siente deprimido, meterse en la ducha o en la bañera suele ser lo último que le apetece hacer.
Es importante tener en cuenta que la incapacidad de ducharse cuando se tiene depresión no es necesariamente lo mismo que el trastorno de evitación de la ducha, o ablutofobia, que es un tipo de fobia específica y trastorno de ansiedad.
Enfermedades causadas por la suciedad y la falta de higiene
La higiene personal es un tema del que no se suele hablar a diario. Por lo general, la higiene se pasa por alto, ya que solemos suponer que todo el mundo hace las cosas de forma similar o tiene niveles de frecuencia similares. Sin embargo, la higiene puede ser a menudo el primer signo del inicio de problemas de salud mental.
La depresión, el trastorno de estrés postraumático (TEPT) y los trastornos psicóticos son ejemplos en los que se observan grandes reducciones o cambios en la higiene personal. Muchas personas que experimentan problemas de salud mental señalan que se sienten en una nebulosa en la que resulta difícil llevar la cuenta de los días y en la que no hay energía para bañarse, cambiarse de ropa o cepillarse los dientes, y mucho menos para salir de la cama. Para algunos, puede parecer una carga tan grande el hecho de asearse, pero recuérdeles que se sentirán mucho mejor una vez que hayan terminado de ducharse, lavarse el pelo o la cara y ponerse ropa limpia. Cuidar de sí mismos, incluso un día más a la semana, puede suponer una gran diferencia en cómo se sienten.
En el extremo opuesto del espectro, algunos trastornos como la ansiedad o el trastorno obsesivo compulsivo pueden llevar a un aumento insano de las tareas de higiene personal. Los ejemplos incluyen lavarse repetidamente hasta el punto de que la piel parezca en carne viva, cambiarse repetidamente de ropa o lavarla, cepillarse los dientes repetidamente hasta el punto de que las encías sangren, o sentir una compulsión por continuar a pesar del dolor o de los indicadores visuales de que el comportamiento debería detenerse. Una vez más, ayudar al individuo a identificar un horario de higiene saludable es un primer paso positivo.
Esquizofrenia e higiene personal
Como paramédico, estoy en contacto con personas con diferentes niveles y variedades de enfermedades mentales con bastante regularidad. Una cosa que no tardé en notar es que muchos de estos individuos tienen… uhhm… hábitos de higiene personal menos que sobresalientes. Ahora bien, para aquellos que no tienen hogar y no tienen acceso a una ducha, esto obviamente tiene sentido. Pero ha habido muchos que viven por su cuenta o con un miembro de la familia o en una instalación de algún tipo que tienen acceso a una ducha, cuarto de baño, etc. Así que básicamente mi pregunta es la siguiente: ¿qué pasa con la enfermedad mental que hace que se pierda todo el sentido de la higiene personal? Gracias! 29 comentarioscompartirinformar73% UpvotedEntrar o registrarse para dejar un comentarioEntrarSign UpOrdenar por: mejor
Autodescuido
La falta de higiene puede ser un signo de autodescuido, que es la incapacidad o falta de voluntad para atender las necesidades personales. La falta de higiene suele acompañar a ciertos trastornos mentales o emocionales, como la depresión grave y los trastornos psicóticos. La falta de higiene personal, como no lavarse con regularidad, no usar desodorante, no cambiarse de ropa y no cepillarse los dientes, puede ser uno de los primeros signos de que una persona padece una enfermedad mental. Este deterioro puede derivarse de una apatía general o de la falta de motivación y desorganización, síntomas de la enfermedad.