Dolor detras de la pierna

Estiramiento del nervio ciático
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Está formado por 24 huesos, conocidos como vértebras, uno encima del otro. Estos huesos tienen discos entre ellos y muchos ligamentos y músculos fuertes a su alrededor para apoyarlos. También están los huesos del cóccix, en la parte inferior de la espalda, que están fusionados y no tienen discos entre ellos.
La médula espinal se conecta con el cerebro a través de la base del cráneo y con el resto del cuerpo mediante nervios que atraviesan los espacios entre los huesos de la columna vertebral. Estos nervios también se conocen como raíces nerviosas.
Además de lo mencionado anteriormente, también hay afecciones específicas que están relacionadas con el dolor que se siente en la espalda. Es importante recordar que un dolor intenso no significa necesariamente que haya un problema grave. A continuación se enumeran algunas afecciones comunes.
A medida que envejecemos, los huesos, discos y ligamentos de la columna vertebral pueden debilitarse de forma natural con el paso del tiempo. Esto nos ocurre a todos en cierta medida como parte del proceso de envejecimiento, pero no tiene por qué ser un problema y no todo el mundo tendrá dolor por ello.
Adormecimiento de la ciática en el pie
Si tiene dolor de piernas sin un dolor de espalda importante, puede ser difícil saber si el problema es la espalda o la cadera. Vinita Mathew, MD, FAAPMR, es un especialista en medicina física y rehabilitación en Northwestern Medicine Integrated Spine Center. Aquí, el Dr. Mathew explica qué buscar y qué esperar si usted ve a su médico para el dolor de la pierna.
El dolor de piernas que proviene de la parte baja de la espalda, o de la columna lumbar, se conoce comúnmente como ciática. La ciática puede implicar dolor en las nalgas, en el muslo, en la pierna o en el pie. A menudo se asocia con entumecimiento u hormigueo, y a veces con debilidad.
Cuando la cadera se ve afectada, puede haber dolor en la ingle en el lado afectado, reducción de la amplitud de movimiento de la cadera, dolor en el muslo, dolor en la rodilla o dolor en las nalgas. El dolor no suele bajar por debajo de la rodilla, y no hay entumecimiento ni hormigueo asociados. Puede sentir más dolor al caminar o estar de pie, y el dolor mejora con el descanso. Puede sentir una amplitud de movimiento limitada al intentar levantarse del coche, la silla o la cama.
Síntomas de ciática
El dolor de piernas puede ser intermitente o constante y puede ir desde un dolor sordo hasta una sensación punzante, palpitante o de ardor. El entumecimiento puede percibirse como una pérdida de sensibilidad o una sensación de frío o hielo en una o varias zonas de la pierna.
La lista anterior incluye varios síntomas comunes que coexisten con el dolor de piernas, pero no pretende ser completa. Es posible que el dolor y/o el entumecimiento de las piernas vayan acompañados de signos de diabetes, cáncer, ciertos tipos de deficiencias nutricionales, etc.
La evolución del dolor de piernas depende de la causa subyacente. El dolor de piernas debido a una radiculopatía es frecuente4 y puede controlarse bien con un tratamiento no quirúrgico, con una mejora de los síntomas del 75% al 90%. Si el dolor se vuelve crónico y los síntomas neurológicos, como la debilidad y el entumecimiento, persisten o empeoran, puede recomendarse la cirugía.5
El dolor en la pierna puede estar asociado a afecciones subyacentes graves y necesitar un tratamiento inmediato para preservar la función de la pierna afectada. Los síntomas de alerta pueden incluir uno o una combinación de los siguientes:
Ciática bilateral
La ciática es un dolor punzante que comienza en la parte baja de la espalda, se irradia a la nalga y baja por la parte posterior de una pierna. El dolor suele estar causado por la presión ejercida sobre el nervio ciático por una hernia discal, espolones óseos o una distensión muscular (Fig. 1). Usted desempeña un papel importante en la prevención, el tratamiento y la recuperación del dolor de piernas. Suele mejorar con reposo, fisioterapia y otras medidas de autocuidado. El dolor crónico puede mejorarse con cirugía.
Figura 1. El nervio ciático está formado por los nervios espinales L4 a S3. Los dos nervios ciáticos viajan a través de la pelvis y bajan por la parte posterior de cada pierna. Cada nervio se divide en un nervio peroneo y otro tibial para proporcionar la sensibilidad y el control muscular de las piernas y los pies.
El dolor ciático agudo se produce de forma repentina y suele curarse en varios días o semanas. La gravedad está directamente relacionada con la magnitud de la lesión tisular. El origen del dolor puede estar en las articulaciones de la columna vertebral, los discos, los nervios o los músculos y ligamentos.
El dolor ciático crónico persiste durante más de 3 meses y su origen puede ser difícil de determinar. El dolor crónico puede sentirse todo el tiempo o empeorar con determinadas actividades. Entre los factores que contribuyen a este dolor se encuentran las lesiones nerviosas, la cicatrización de los tejidos, la artritis o los efectos mentales del dolor. Las personas con síntomas crónicos pueden ser remitidas a un especialista en dolor (véase Tratamiento del dolor).