Leche sin lactosa desnatada

Leche desnatada
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La leche desnatada es un producto muy popular que está presente en las estanterías de los supermercados desde hace décadas. Este tipo de leche se llama desnatada porque tiene un menor porcentaje de grasa que la leche entera, por lo que aporta a nuestro organismo una menor cantidad de grasa, lo que la hace ideal para las personas que tienen ciertas condiciones de salud como niveles altos de colesterol y triglicéridos, hígado graso, etc, y también para aquellos que quieren cuidar su figura.
La leche sin lactosa es una alternativa para los intolerantes a la lactosa, que es un compuesto presente de forma natural en la leche y que muchos tienen dificultades para digerir. Esta alternativa puede ser un poco más dulce y menos densa que la leche entera, pero también tiene grasa y contiene todos los nutrientes de la leche normal, por lo que no es una opción más ligera ni reducida en grasas, a no ser que la elijas en versión desnatada.
Teniendo claras las características de cada producto es mucho más sencillo entender la diferencia entre la leche desnatada y la leche sin lactosa. Si buscas una opción que tenga menos grasa y no tienes problemas con la lactosa entonces tu elección debe ser la leche desnatada.Por otro lado si tienes problemas para digerir la lactosa debes optar por la leche sin lactosa, que puede ser entera o desnatada según tu gusto.
Información nutricional de la leche desnatada sin lactosa
Kirstin Hendrickson es escritora, profesora, entrenadora, atleta y autora del libro de texto “La química en el mundo”. Lleva más de 10 años enseñando y escribiendo sobre salud, bienestar y nutrición. Es licenciada en zoología, en psicología, tiene un máster en química y un doctorado en química bioorgánica. Más de este autor Nuestro proceso editorial
Los diferentes componentes de la leche pueden confundir a algunas personas que intentan decidir cuáles de ellos causan dificultades alimentarias o alergias, y los tipos de leche más adecuados para las sensibilidades. A la leche desnatada, por ejemplo, se le ha quitado la grasa, lo que cambia el contenido calórico pero no afecta a las proteínas ni a los azúcares de la leche. Como tal, la leche desnatada sigue conteniendo lactosa, lo que la hace inapropiada para las personas con intolerancia a la lactosa.
La lactosa, también llamada azúcar de la leche, pertenece a la clase de macromoléculas de los hidratos de carbono. Como macromolécula, es decir, molécula grande, la lactosa necesita la enzima lactasa para descomponerse durante la digestión. Si no tiene esta enzima, o no tiene suficiente, no puede digerir la lactosa. Cuando se ingiere el azúcar de la leche, hay que digerir la lactosa en sus dos unidades de azúcares simples, también llamadas unidades de disacáridos, glucosa y galactosa. El intestino puede entonces absorber la glucosa y la galactosa en el torrente sanguíneo, explican los doctores Reginald Garrett y Charles Grisham en su libro “Biochemistry”. La leche desnatada, como otros tipos de leche, contiene una gran cantidad de lactosa.
¿Es la leche desnatada lo mismo que la leche sin lactosa?
La leche desnatada, al igual que la leche normal, contiene el azúcar natural de la leche, la lactosa. La leche normal (tanto la desnatada como la normal) no tiene ningún azúcar añadido. A la leche sin lactosa se le han añadido enzimas que descomponen la lactosa en azúcares más básicos (llamados galactosa y glucosa), pero el contenido de azúcar natural sigue siendo muy similar al de la leche desnatada y la normal.
Las etiquetas nutricionales indican que la leche normal contiene una media de 5 g de azúcar total por cada 100 g. Este es el azúcar que se encuentra naturalmente en la leche (lactosa). La leche normal (desnatada y normal) no tiene ningún azúcar añadido.
Leche sin lactosa
La leche desnatada es un producto muy popular que está presente en las estanterías de los supermercados desde hace décadas. Este tipo de leche se llama desnatada porque tiene un menor porcentaje de grasa que la leche entera, por lo que aporta a nuestro organismo una menor cantidad de grasa, lo que la hace ideal para las personas que tienen ciertas condiciones de salud como niveles altos de colesterol y triglicéridos, hígado graso, etc, y también para aquellos que quieren cuidar su figura.
La leche sin lactosa es una alternativa para los intolerantes a la lactosa, que es un compuesto presente de forma natural en la leche y que muchos tienen dificultades para digerir. Esta alternativa puede ser un poco más dulce y menos densa que la leche entera, pero también tiene grasa y contiene todos los nutrientes de la leche normal, por lo que no es una opción más ligera ni reducida en grasas, a no ser que la elijas en versión desnatada.
Teniendo claras las características de cada producto es mucho más sencillo entender la diferencia entre la leche desnatada y la leche sin lactosa. Si buscas una opción que tenga menos grasa y no tienes problemas con la lactosa entonces tu elección debe ser la leche desnatada.Por otro lado si tienes problemas para digerir la lactosa debes optar por la leche sin lactosa, que puede ser entera o desnatada según tu gusto.